La base que debe tener un buen código PIN es que esté basado en la aleatoriedad pero que sea recordable fácilmente.
Esto debe ser sin olvidar el primer punto de las obviedades, lo cual excluye códigos del tipo: 1234, 0000, 5555…
También deberíamos evitar códigos referenciales.
Que son aquellos que sin ser del todo obvios, pueden ser identificados con nosotros, como los últimos cuatro dígitos de nuestro DNI o de nuestro número de teléfono.
Por lo tanto, el mejor código PIN es aquel que hayamos elegido sin lógica aparente y que sea fácil de memorizar por nosotros en el mismo momento que lo creamos.
Nunca tenerlo apuntado
Jamás debemos caer en la tentación común de tener apuntado el código PIN en un lugar accesible como por ejemplo nuestra cartera.
Esto podría ponernos en una situación desventajosa si por lo que sea perdemos nuestra cartera en la que el ladrón, además de nuestra tarjeta, podrá encontrar nuestro código PIN sin esfuerzo alguno.
De igual forma deberíamos evitar números que ya utilicemos frecuentemente, como el código PIN del móvil.
Para tener un buen código PIN en nuestra tarjeta de crédito deberemos estar concienciados de que la seguridad en temas económicos no es para tomarla a broma, y que cuanto más protejamos nuestro dinero, más seguros estaremos ante cualquier imprevisto.
La seguridad es responsabilidad nuestra.
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